Lo complejo de transformar las ideas en acción y resultados

Esta semana ha dejado claro que el calor y la temporada de compras para el colegio próximo no son la mejor mezcla de situaciones. A la par, otra mezcla surgió, gracias a cuatro sesiones de consultoria con clientes, donde el análisis se centró en cómo pasar de la idea a la acción. Y en efecto, hay quienes ya lo tienen instalado en su chip mental, pero siendo honestos, supone un pequeño cúmulo de complejidades. ¿Será la temperatura? ¿O caso el temor? ¿Quizá que la idea no se percibe totalmente afinada? ¿Será que tomar decisiones hoy en día se ha vuelto un quehacer delicado? De hecho no es fácil, sobre todo si se trata que equipos donde todos dependen unos de los otros, donde todos toman decisiones en conjunto, o donde por asuntos del destino dos cabezas gobiernan la gestión. Sea como sea, y lo que viene es enumerar una pauta de éxito probable, en definitiva la Gestión del entorno de la decisión ayuda muchísimo.

Como parte de mi pequeña y adrenalínica propuesta, considero que el estímulo hacia la acción se irradia cuando se cumple con lo siguiente:
- Se desarrolla una gestión integral que desde el principio considera lo multidisciplinario en la empresa
- Se establecen pautas básicas que se orienten a la toma de decisiones por parte del personal que necesita ejecutar junto al cliente (empowerment)
- Se dibuja de forma correcta la responsabilidad de los socios del negocio respecto de la posición por alcanzar y se solicita a la Gerencia las pautas o procesos que asegurarán alcanzarla (se presiona a la gerencia a tomar decisiones)
- Sin lo anterior no es posible crear líderes en el mando medio u operativo que sigan la dinámica decisional
- Se instala una cultura de re-valoración del error como fuente de aprendizaje, práctica, entrenamiento y mejora continua donde la tendencia se oriente al éxito y al feedback

Siendo la decisión la gasolina para tomar acción, ésta -la primera- debe consumirse en la segunda, para lograr concretar aquello que no puede dejarse para mañana. Aquello quiere decir, que, sin un sentido de urgencia combinado con la responsabilidad de hacer un adecuado uso del tiempo HOY, la acción no logrará materializar la idea.

La decisión es el empujón que necesita la idea para salir a flote en la realidad, sometida a validación.
Lo importante entonces no es pensar, en todo caso no lo es más que actuar.
Lo que interesa es llegar al plano de la acción, que es lo único medible, analizable y reconfigurable.

"Tenemos muchas ideas", "Siempre se nos ocurre algo", "Sí lo pensamos", "Teníamos previsto concluirlo", entre otras frases, no denotan más que mucho talento para la lluvia ideas, el diálogo, o una imposición gerencial alturada, pero no se acercan a "La idea que implementamos funcionó al 80%", "De todo lo que establecimos eso no se nos ocurrió", "Concluimos lo previsto e implementamos dos aspectos más que surgieron gracias a los clientes" y en ello radica la complejidad, el nivel de éxito de un negocio y algo tan importante como los resultados.

Sin Acción la curva de ventas puede ser una curva que no te va a gustar en lo absoluto. Cuidado.

Sergio González
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