martes, 20 de enero de 2015

El emprendedor empresarial que todos necesitamos


El emprendedor que todos necesitamos
El verdadero emprendedor es al mismo tiempo apasionado, investigador y muy trabajador


A lo largo de toda la vivencia laboral y de negocios que he podido acumular con el pasar del tiempo he ido accediendo a diversos conceptos que en retrospectiva me permiten ahora fijar conceptos útiles cuando pienso en el Emprendedor.

En la Universidad, el concepto de modelo económico aprendido me sirvió por ejemplo, para entender que si bien el modelo no resuelve todos los detalles y anticipa todas las posibilidades, sí se enfoca en lo que mejor puede caracterizarse o generalizarse
mejor dicho. Me di cuenta entonces, que si un día necesitaba enumerar lo que de algún modo podría comprender, ello me otorgaría una posición de ventaja, pero no el control.

Aquello me hizo pensar, que más allá de lo establecido o de  aquello que podría aprehender, andaban cientos de miles de posibilidades adicionales para mejorar el quehacer de los negocios. Y eso me hizo buscar más. A lo largo de muchos años me he dedicado a buscar entonces, los modelos, las "partes fijas" del éxito emprendedor para luego concentrarme en aquello que podría ameritar mayor énfasis, detalle o personalización, en suma, aquello que escapa al modelo al momento de concebirse y permite como tal, encontrar variables y variantes. Ese fue el inicio real del descubrimiento de los rubros de negocios como experiencias enriquecedoras de un mismo gran y amplio enfoque de negocios.

Por supuesto que uno no aprende en carne ajena sino en la propia, y aún así, la medida del éxito varía tanto que probablemente, he hecho muchas más cosas enfocado en lo mínimo que en lo máximo, en las inversiones controladas, que en estímulo de lo variable; sobre todo en términos de la generación de ingresos. Así que uno pasa de buscar el control de lo que no puedes manejar, a establecerse en los ámbitos del estímulo constante del mejor resultado, partiendo de la motivación por lograr.

Así que el modelo, que en su mayoría describía la sumatoria de la actitud y comportamiento de la "gran masa crítica" (un concepto que uno de mis antiguos clientes utilizaba mucho) mostraba signos débiles cuando ese mismo modelo, se aplicaba a una sola persona.

Me resultó interesante por largos años, enfocarme en el one to one, antes que en la mera difusión masiva de grandes escaparates. Aunque cierto es, que siendo costumbre de mayorías, ese enfoque, mal guiado, puede generar esquemas básicos de resultado económico para las familias y ni qué hablar de los niveles de satisfacción y felicidad que se pueden obtener. Así que ir de uno en uno por la vida, dependía, para "voltear el pastel" de a qué tanta velocidad uno podría captar, atender, cerrar y cobrarle a ese uno para poder pasar al siguiente.

Allí donde la práctica te da otro tipo de conocimiento, allí la teoría sólo puede formarte para que construyas modelos y esquemas de lo que puedes identificar y tener bajo control, mientras todo lo demás, en principio debes recibirlo con mente abierta para así poder entenderlo, asumirlo y gestionarlo.

Si un emprendedor no es una persona interesada en el conocimiento, obtener conocimiento de negocios, va a ser un tortuoso camino hacia conceptos basados en supuestos y hacia un aletargado proceso de prueba - error que asegura economías de subsistencia y niveles de éxito irregulares o temporales. Si no pone por encima suyo la humildad y abandona el ego, probablemente termine en solitario haciendo más de lo mismo, por largos años, al costo más elevado posible con la calidad más elevada posible, pero enfocado en un mercado pequeño o que no le conoce.

El emprendedor que todos necesitamos, es aquel que nunca deja de vender, nunca deja de aprender, de crecer, de brindar desarrollo por donde va, de hacer las cosas bien, de tener ética en las relaciones laborales, de ser un líder socialmente activo y aportante ciudadano de su comunidad y no me refiero a la política como bandera, sino a la persona humana como enfoque de desarrollo. Y no es difícil, pero más fácil es si se construyen las relaciones y los objetivos entre todos, como un solo equipo vivo.

El emprendedor necesario apunta a la empresa como fórmula de negocios, a una empresa coherente con el medio en que se sitúa, a vender beneficios individuales, para llegar a la máxima cantidad de beneficiarios. A alejarse de lo nocivo, de aquello que limita la libertad y su ejercicio sano y respetuoso.

El emprendedor que se sabe asimismo emprendedor de verdad, no va por la vida apuntando a todo sin volverse especialista en algo, sabe lo que tiene que hacer porque usa planes, concibe objetivos y traza metas muy concretas cuyo fin último es alcanzarlas. Está bien ubicado mental y espiritualmente en lo que desea hacer y vive convencido de que su actividad no está centrada en el esfuerzo sino en la contribución, a él, a su familia, a su ciudad y a todos sus pares.

En este modelo de Emprendedor Empresarial, lo único que debería escaparse del concepto es todo aquello que supere así mismo el resultado positivo anterior, enmarcado en un círculo virtuoso positivo.

¿Por qué lo necesitamos todos?
Por que el modelo genera bienestar cuando se cumple en lo general y en ese estado, es masivo y su alcance se torna un statu quo muy interesante. Logrado aquello, será motivo para sentarnos a buscar el siguiente escalón.

Éxitos
Sergio González Marín
Director Overflow
www.overflow.pe

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