sábado, 24 de enero de 2015

Antes o eras eficiente o eras eficaz

Antes o eras eficiente o eras eficaz
No te quedes en aprender, aplica las definiciones de tu tiempo en tu negocio HOY
Hoy en día ya no escucho tanto hablar de los términos "eficacia", "eficaz", "proceso", "caja negra", "sistemas de información gerencial" o inclusive del acuñado antiguo ya "reingeniería de procesos" o del anteriormente famoso "organización y métodos" que hasta inspiró al "diseño organizacional" a considerarle como área dentro de los "organigramas" y movió elecciones de especialidades en el estudio de la administración.

Ahora se habla de "innovación", "creatividad", ser "disruptivos", "enfocarse en el cliente" y tantas otras cosas como por ejemplo la definición de "actividades clave", fundamentalmente por que pasamos de la definición de la empresa a la definición del modelo de negocio. ¿Pero qué cambió? ¿Somos los mismos emprendedores de hace 20 años? ¿En qué hemos cambiado? ¿Qué ha cambiado? Y bueno, por algo será decía mi abuela, y no le faltaba razón. Aunque tentado como siempre a dar la contra como enfoque cultural ;) analizaré hoy algunos supuestos interesantes de las nuevas tendencias. 

Cambiaron las presiones, las velocidades, la necesidad de conservar los márgenes dada la frenética competencia, cambio el enfoque humano, los negocios perdieron la ética en muchos casos, los costos pasaron a la base del iceberg, y la masa crítica de algún modo, reaccionando frente a las "estrategias políticas" de conducción (llamado de otro modo "educación") se concentró en consumir y comprar lo más barato, casi como la única religión; todo ello en medio de una subida de precios que en algunos sectores creó diferencias más crudas, inclusive entre países. Los niveles de competitividad se incentivaron, pero de un modo u otro, viraron hacia otros conceptos dado que se necesitaba vencer el estrés de los nuevos fenómenos de negocios, causados fundamentalmente por la presencia del Internet en la empresa y en la vida de un ahora prosumidor. Muchos cambios para gusto de los que antaño entendían la empresa como el centro del universo de negocios y hoy tienen, sin opción ni espacio alguno, girar y en un cerrar y abrir de ojos ponerse el chip del cliente en la mente, y como prioridad conceptual.

Dicho así, en efecto, son demasiadas cosas las que han ocurrido en los últimos 20 años, donde además podríamos citar que las microeconomías y el one to one han retornado con fuerza o se han establecido para blindar a los países de aquellas pesadillas financieras del mundo altamente convulsionado por el impacto de las bolsas, los papeles negociables y la banca. Cada vez que lo pienso más quiero a mi perro, y la pena que me da no tener uno. 

¿Tenemos ya suficientes razones para el cambio en los términos de moda? Añadiremos que además, no es una moda, sino una obligación, tan definida como el hecho de usar las redes sociales para desarrollar presencia empresarial sí o sí. ¿Entonces, ya no se debe buscar la eficacia o la eficiencia? ¿A dónde se fue el FODA? ¿Qué hicieron con la Matriz del Boston Consulting Group? ¿Y mi famoso cuadro de control del Balanced Scorecard? ¿Y el Suply? ¿Y la Administración en una página? 

Pues los modelos de negocios y su estrategia conceptual para desarrollarlos triunfaron junto con otros conceptos como el Desing Thinking porque de algún modo el cliente triunfó en el mercado cuando las decisiones masivas demostraron que la fidelización ya no ofrecía camino seguro alguno, osea se había mudado a la responsabilidad de la oferta en lugar de ser una característica de la demanda. Pensar en el cliente, se ha vuelto entonces una "Actividad Clave" como lo describe el "Lienzo de Modelo de Negocios" que hoy se utiliza en las universidades y en las entidades que como Overflow fortalecen a los emprendedores.

Cuando se hablaba de "Eficacia" se hacia referencia al "hacer" y cuando se hablaba de "Eficiencia" se añadía el concepto de "recursos" a ese hacer. Entonces "algo eficaz" lograba el objetivo buscado, y "algo eficiente" también, pero con el menor número, cantidad o consumo de recursos. Y cuando yo escuchaba esto en la Universidad y lo aplicaba en mi trabajo, en realidad descubría que nadie me decía cómo seleccionar qué recursos consumir en menor grado, o si mis objetivos estaban bien definidos, mucho menos que tenía que apuntar al cliente, y esto último a pesar de que ya se hablaba de que el concepto de calidad estaba cambiando hacia "lo que el cliente quiere". Así que quienes recuerdan el momento que describo, y tomaron nota, apuntes o fueron observadores, supongo que habrán percibido que, todo esto ocurrió como si se tratase de "acontecimientos paralelos en proceso". 

Se pensaba en los SIG como cualidades, ventajas o tipos de sistemas que volverían más eficiente la gestión, hoy se les ve como recursos que permiten optimizar y hacer viables muchas actividades clave de un negocio. Los sistemas además, se transformaron en aquello que marca la diferencia entre una empresa que sabe hablar con el mercado y la información que produce vincularse con él, y otra que no sabe ni siquiera hablar con el interior de su organización. En lugar de discutir si valía explicar o no los procesos tipo "caja negra" (que sólo me hacían recordar a la edad media y la forma como se transmitían los conocimientos a los aprendices) se habla hoy de salirse de la caja, pensar fuera de la caja, o inclusiva abandonar la idea de que existía una caja en alguna parte de tus ideas. La reingeniería si no lo veo mal, fue reemplazada por la innovación que a su vez, transformó a la creatividad en uno de sus componentes, y todo ello, renovado apunto a crear efectos disruptivos en el mercado. Así que hablamos de pensamiento disruptivo sólo cuando existe un proceso que obtiene dicho resultado. Antes se hablaba de partir desde dentro de la empresa generando vinculaciones desde los recursos hasta el cliente, ahora se habla de pensar en el cliente como foco de la estrategia, diseñar los productos y servicios en conjunto para maximizar los beneficios.

Es más, ya no hablamos de necesidades del cliente, queremos obtener más pero sobre sus pensamientos más profundos, de modo que hoy conversamos de insights del prosumidor, aquel consumidor que produce y consume al mismo tiempo. ¿Y qué produce? Opiniones sobre cada experiencia de consumo. ¿Dónde? En dónde sea que pueda publicarlo y difundirlo.

¿Complicado? Totalmente de acuerdo. Cada época tuvo lo suyo, pero esta tiene de todo ¿no? 
Antes o eras eficiente o eras eficaz, hoy la tarea se ha tornado un tanto más compleja. Aún así hay muchas cosas que siguen allí, han "crecido" en términos conceptuales y se han re-enfocado hacia el cliente. Algo que sin duda es uno de los logros más interesantes del pensamiento administrativo.

Quizá lo que siga es enfocarse al cliente paralelo, aquel reflejo de las emociones y de los pensamientos que poco a poco se está marcando individual y necesario de determinación en uno de los conceptos de mayor empleo hoy en día: el perfil.

Ya no es posible optar, y los exitosos y grandes emprendedores lo saben. La vía correcta está marcada y si se trata de acciones, debemos definirlas con coherencia, pensando en la "propuesta de valor" (antes valor agregado), en la forma cómo llegar hasta el cliente (quizá uno de los conceptos que no ha sido tan transformado a nivel del léxico de negocios y que se sigue llamando "canal") para generar las mejores relaciones conducentes al mayor nivel de ingreso posible, partiendo de enumerar las fuentes para crearlo.

El mundo del quehacer empresarial sin duda cambió, y si lo hizo para mejor pues valió la pena pasar por el proceso. Ahora toca poner en práctica lo aprendido, conocerlo, explorarlo y alcanzarlo. 

¡Éxitos!

Saludos
Sergio González Marín
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