lunes, 26 de enero de 2015

Entre las ideas y el dinero

Entre las ideas y el dinero
Hoy es más fácil concentrarse en el desarrollo de la idea y atraer capitales interesados en el financiamiento

Alrededor del clásico rollo del huevo y la gallina, ronda cerca el qué debo tener primero y qué después, para empezar mi negocio o emprendimiento, y se expresa así:  ¿Me voy a buscar el dinero o es más importante tener la idea de negocio definida? Hasta hace unos años, era sin duda una de esas preguntas que levantaba serias dudas. Pero hoy, después de haberse manifestado tantas oportunidades y ofertas de dinero en el mercado, ya sea desde el sector bancario, desde los fondos de apoyo al emprendimiento del estado o privados, o desde los inversionistas privados, es claro que lo más importante es tener la idea además de clara, bien elaborada, evaluada y comunicada.

Antaño se añadía al problema, la inexistencia de una integración entre emprendedores, donde la reunión de futuros socios era un proceso más débil, largo y complejo. Hoy, más que un problema de definición circular que jamás acaba, hablamos del nacimiento de una conciencia emprendedora profesional que se orienta a la construcción de valores empresariales, empezando por la definición de un Plan de Negocios. Así que hablamos de la idea y del dinero, como si lo hiciéramos de aquellos componentes que siendo parte de un todo, resultan imposibles de ser desatendidos por llevarlos a un plano individual. Así en términos de dinero e ideas, ambos componentes, forman parte, en la práctica, de un mismo objetivo emprendedor al momento de definir y dar inicio a un negocio, dicho de otro modo: el dinero y la idea son parte de una misma moneda así que el emprendedor debe cultivarse y desarrollarse en ambos espacios de acción.

Partiremos de dos asuntos interesantes para explicarlo con mayor detalle:

- Si el dinero fuese lo único importante, por qué existe el "financiamiento de proyectos" ¿qué es un proyecto si no una idea ordenada bajo una metodología de análisis? Entonces, a priori, deberíamos poder hacer sin elaborar ningún estudio mínimo indispensable, un negocio, con el sólo ánimo de concebir el mejor negocio de nuestras vidas. Claro, eso quita del camino a todos los negocios basados, exclusivamente en el intercambio de dinero por dinero, como los relacionados con el tipo de cambio y los mercados de compra de divisas, por ejemplo. Y probablemente, pensarán que también quita de lado las franquicias. Pero estamos lejos aún. Tanto las negociaciones como los negocios que se adquieren para ejecutarlos, sin duda traen bajo en brazo un sin fin de exigencias a nivel de ideas.

- Si la idea es la única importante: ¿Por qué los empresarios capitalistas necesitan saber en cuánto tiempo podrán recuperar su dinero buscando reinvertir en más ideas nuevas? ¿De dónde es que la innovación podría haber llegado a tener la importancia que tiene? ¿Por qué se piensa que todo gira en torno al dinero como flujo y medida central del éxito de una operación económica, siendo el origen del dinero la venta (como proceso y como logro), y el origen de la venta el cliente y el vendedor (como principales protagonistas), y el origen del cliente una idea comprada acaso en su mente o acaso en su billetera? ¿Por qué no podemos escoger las mejores características de un proyecto sin ejecución y con tan sólo ello salir detrás del dinero diario para poder operar? ¿No es acaso la idea una fuente de recursos en sí misma?

Examinando estos dos enunciados, en realidad la respuesta es simple: Sin una idea bien establecida, la búsqueda del dinero para concebirla se vuelve cada día más difícil.

- Saber definir planes de negocios
- Saber comunicarlos en la etapa de convocatoria de accionistas, inversionistas
(saber "vender", desde el principio, los conceptos más importantes a todos los grupos de interés)
- Saber administrar la materialización de la idea
- Saber conseguir que el flujo económico de la venta se active y evolucione

 El emprendedor deberá desarrollar todas esas competencias necesarias y muchas otras más, para poder apuntar a un horizonte con hallazgos concretos vinculados con el éxito de su idea de negocio.

Éxitos!
Sergio González
Director Overflow
http://www.overflow.pe

sábado, 24 de enero de 2015

Antes o eras eficiente o eras eficaz

Antes o eras eficiente o eras eficaz
No te quedes en aprender, aplica las definiciones de tu tiempo en tu negocio HOY
Hoy en día ya no escucho tanto hablar de los términos "eficacia", "eficaz", "proceso", "caja negra", "sistemas de información gerencial" o inclusive del acuñado antiguo ya "reingeniería de procesos" o del anteriormente famoso "organización y métodos" que hasta inspiró al "diseño organizacional" a considerarle como área dentro de los "organigramas" y movió elecciones de especialidades en el estudio de la administración.

Ahora se habla de "innovación", "creatividad", ser "disruptivos", "enfocarse en el cliente" y tantas otras cosas como por ejemplo la definición de "actividades clave", fundamentalmente por que pasamos de la definición de la empresa a la definición del modelo de negocio. ¿Pero qué cambió? ¿Somos los mismos emprendedores de hace 20 años? ¿En qué hemos cambiado? ¿Qué ha cambiado? Y bueno, por algo será decía mi abuela, y no le faltaba razón. Aunque tentado como siempre a dar la contra como enfoque cultural ;) analizaré hoy algunos supuestos interesantes de las nuevas tendencias. 

Cambiaron las presiones, las velocidades, la necesidad de conservar los márgenes dada la frenética competencia, cambio el enfoque humano, los negocios perdieron la ética en muchos casos, los costos pasaron a la base del iceberg, y la masa crítica de algún modo, reaccionando frente a las "estrategias políticas" de conducción (llamado de otro modo "educación") se concentró en consumir y comprar lo más barato, casi como la única religión; todo ello en medio de una subida de precios que en algunos sectores creó diferencias más crudas, inclusive entre países. Los niveles de competitividad se incentivaron, pero de un modo u otro, viraron hacia otros conceptos dado que se necesitaba vencer el estrés de los nuevos fenómenos de negocios, causados fundamentalmente por la presencia del Internet en la empresa y en la vida de un ahora prosumidor. Muchos cambios para gusto de los que antaño entendían la empresa como el centro del universo de negocios y hoy tienen, sin opción ni espacio alguno, girar y en un cerrar y abrir de ojos ponerse el chip del cliente en la mente, y como prioridad conceptual.

Dicho así, en efecto, son demasiadas cosas las que han ocurrido en los últimos 20 años, donde además podríamos citar que las microeconomías y el one to one han retornado con fuerza o se han establecido para blindar a los países de aquellas pesadillas financieras del mundo altamente convulsionado por el impacto de las bolsas, los papeles negociables y la banca. Cada vez que lo pienso más quiero a mi perro, y la pena que me da no tener uno. 

¿Tenemos ya suficientes razones para el cambio en los términos de moda? Añadiremos que además, no es una moda, sino una obligación, tan definida como el hecho de usar las redes sociales para desarrollar presencia empresarial sí o sí. ¿Entonces, ya no se debe buscar la eficacia o la eficiencia? ¿A dónde se fue el FODA? ¿Qué hicieron con la Matriz del Boston Consulting Group? ¿Y mi famoso cuadro de control del Balanced Scorecard? ¿Y el Suply? ¿Y la Administración en una página? 

Pues los modelos de negocios y su estrategia conceptual para desarrollarlos triunfaron junto con otros conceptos como el Desing Thinking porque de algún modo el cliente triunfó en el mercado cuando las decisiones masivas demostraron que la fidelización ya no ofrecía camino seguro alguno, osea se había mudado a la responsabilidad de la oferta en lugar de ser una característica de la demanda. Pensar en el cliente, se ha vuelto entonces una "Actividad Clave" como lo describe el "Lienzo de Modelo de Negocios" que hoy se utiliza en las universidades y en las entidades que como Overflow fortalecen a los emprendedores.

Cuando se hablaba de "Eficacia" se hacia referencia al "hacer" y cuando se hablaba de "Eficiencia" se añadía el concepto de "recursos" a ese hacer. Entonces "algo eficaz" lograba el objetivo buscado, y "algo eficiente" también, pero con el menor número, cantidad o consumo de recursos. Y cuando yo escuchaba esto en la Universidad y lo aplicaba en mi trabajo, en realidad descubría que nadie me decía cómo seleccionar qué recursos consumir en menor grado, o si mis objetivos estaban bien definidos, mucho menos que tenía que apuntar al cliente, y esto último a pesar de que ya se hablaba de que el concepto de calidad estaba cambiando hacia "lo que el cliente quiere". Así que quienes recuerdan el momento que describo, y tomaron nota, apuntes o fueron observadores, supongo que habrán percibido que, todo esto ocurrió como si se tratase de "acontecimientos paralelos en proceso". 

Se pensaba en los SIG como cualidades, ventajas o tipos de sistemas que volverían más eficiente la gestión, hoy se les ve como recursos que permiten optimizar y hacer viables muchas actividades clave de un negocio. Los sistemas además, se transformaron en aquello que marca la diferencia entre una empresa que sabe hablar con el mercado y la información que produce vincularse con él, y otra que no sabe ni siquiera hablar con el interior de su organización. En lugar de discutir si valía explicar o no los procesos tipo "caja negra" (que sólo me hacían recordar a la edad media y la forma como se transmitían los conocimientos a los aprendices) se habla hoy de salirse de la caja, pensar fuera de la caja, o inclusiva abandonar la idea de que existía una caja en alguna parte de tus ideas. La reingeniería si no lo veo mal, fue reemplazada por la innovación que a su vez, transformó a la creatividad en uno de sus componentes, y todo ello, renovado apunto a crear efectos disruptivos en el mercado. Así que hablamos de pensamiento disruptivo sólo cuando existe un proceso que obtiene dicho resultado. Antes se hablaba de partir desde dentro de la empresa generando vinculaciones desde los recursos hasta el cliente, ahora se habla de pensar en el cliente como foco de la estrategia, diseñar los productos y servicios en conjunto para maximizar los beneficios.

Es más, ya no hablamos de necesidades del cliente, queremos obtener más pero sobre sus pensamientos más profundos, de modo que hoy conversamos de insights del prosumidor, aquel consumidor que produce y consume al mismo tiempo. ¿Y qué produce? Opiniones sobre cada experiencia de consumo. ¿Dónde? En dónde sea que pueda publicarlo y difundirlo.

¿Complicado? Totalmente de acuerdo. Cada época tuvo lo suyo, pero esta tiene de todo ¿no? 
Antes o eras eficiente o eras eficaz, hoy la tarea se ha tornado un tanto más compleja. Aún así hay muchas cosas que siguen allí, han "crecido" en términos conceptuales y se han re-enfocado hacia el cliente. Algo que sin duda es uno de los logros más interesantes del pensamiento administrativo.

Quizá lo que siga es enfocarse al cliente paralelo, aquel reflejo de las emociones y de los pensamientos que poco a poco se está marcando individual y necesario de determinación en uno de los conceptos de mayor empleo hoy en día: el perfil.

Ya no es posible optar, y los exitosos y grandes emprendedores lo saben. La vía correcta está marcada y si se trata de acciones, debemos definirlas con coherencia, pensando en la "propuesta de valor" (antes valor agregado), en la forma cómo llegar hasta el cliente (quizá uno de los conceptos que no ha sido tan transformado a nivel del léxico de negocios y que se sigue llamando "canal") para generar las mejores relaciones conducentes al mayor nivel de ingreso posible, partiendo de enumerar las fuentes para crearlo.

El mundo del quehacer empresarial sin duda cambió, y si lo hizo para mejor pues valió la pena pasar por el proceso. Ahora toca poner en práctica lo aprendido, conocerlo, explorarlo y alcanzarlo. 

¡Éxitos!

Saludos
Sergio González Marín
http://www.overflow.pe
https://www.facebook.com/overflowpe 


martes, 20 de enero de 2015

El emprendedor empresarial que todos necesitamos


El emprendedor que todos necesitamos
El verdadero emprendedor es al mismo tiempo apasionado, investigador y muy trabajador


A lo largo de toda la vivencia laboral y de negocios que he podido acumular con el pasar del tiempo he ido accediendo a diversos conceptos que en retrospectiva me permiten ahora fijar conceptos útiles cuando pienso en el Emprendedor.

En la Universidad, el concepto de modelo económico aprendido me sirvió por ejemplo, para entender que si bien el modelo no resuelve todos los detalles y anticipa todas las posibilidades, sí se enfoca en lo que mejor puede caracterizarse o generalizarse
mejor dicho. Me di cuenta entonces, que si un día necesitaba enumerar lo que de algún modo podría comprender, ello me otorgaría una posición de ventaja, pero no el control.

Aquello me hizo pensar, que más allá de lo establecido o de  aquello que podría aprehender, andaban cientos de miles de posibilidades adicionales para mejorar el quehacer de los negocios. Y eso me hizo buscar más. A lo largo de muchos años me he dedicado a buscar entonces, los modelos, las "partes fijas" del éxito emprendedor para luego concentrarme en aquello que podría ameritar mayor énfasis, detalle o personalización, en suma, aquello que escapa al modelo al momento de concebirse y permite como tal, encontrar variables y variantes. Ese fue el inicio real del descubrimiento de los rubros de negocios como experiencias enriquecedoras de un mismo gran y amplio enfoque de negocios.

Por supuesto que uno no aprende en carne ajena sino en la propia, y aún así, la medida del éxito varía tanto que probablemente, he hecho muchas más cosas enfocado en lo mínimo que en lo máximo, en las inversiones controladas, que en estímulo de lo variable; sobre todo en términos de la generación de ingresos. Así que uno pasa de buscar el control de lo que no puedes manejar, a establecerse en los ámbitos del estímulo constante del mejor resultado, partiendo de la motivación por lograr.

Así que el modelo, que en su mayoría describía la sumatoria de la actitud y comportamiento de la "gran masa crítica" (un concepto que uno de mis antiguos clientes utilizaba mucho) mostraba signos débiles cuando ese mismo modelo, se aplicaba a una sola persona.

Me resultó interesante por largos años, enfocarme en el one to one, antes que en la mera difusión masiva de grandes escaparates. Aunque cierto es, que siendo costumbre de mayorías, ese enfoque, mal guiado, puede generar esquemas básicos de resultado económico para las familias y ni qué hablar de los niveles de satisfacción y felicidad que se pueden obtener. Así que ir de uno en uno por la vida, dependía, para "voltear el pastel" de a qué tanta velocidad uno podría captar, atender, cerrar y cobrarle a ese uno para poder pasar al siguiente.

Allí donde la práctica te da otro tipo de conocimiento, allí la teoría sólo puede formarte para que construyas modelos y esquemas de lo que puedes identificar y tener bajo control, mientras todo lo demás, en principio debes recibirlo con mente abierta para así poder entenderlo, asumirlo y gestionarlo.

Si un emprendedor no es una persona interesada en el conocimiento, obtener conocimiento de negocios, va a ser un tortuoso camino hacia conceptos basados en supuestos y hacia un aletargado proceso de prueba - error que asegura economías de subsistencia y niveles de éxito irregulares o temporales. Si no pone por encima suyo la humildad y abandona el ego, probablemente termine en solitario haciendo más de lo mismo, por largos años, al costo más elevado posible con la calidad más elevada posible, pero enfocado en un mercado pequeño o que no le conoce.

El emprendedor que todos necesitamos, es aquel que nunca deja de vender, nunca deja de aprender, de crecer, de brindar desarrollo por donde va, de hacer las cosas bien, de tener ética en las relaciones laborales, de ser un líder socialmente activo y aportante ciudadano de su comunidad y no me refiero a la política como bandera, sino a la persona humana como enfoque de desarrollo. Y no es difícil, pero más fácil es si se construyen las relaciones y los objetivos entre todos, como un solo equipo vivo.

El emprendedor necesario apunta a la empresa como fórmula de negocios, a una empresa coherente con el medio en que se sitúa, a vender beneficios individuales, para llegar a la máxima cantidad de beneficiarios. A alejarse de lo nocivo, de aquello que limita la libertad y su ejercicio sano y respetuoso.

El emprendedor que se sabe asimismo emprendedor de verdad, no va por la vida apuntando a todo sin volverse especialista en algo, sabe lo que tiene que hacer porque usa planes, concibe objetivos y traza metas muy concretas cuyo fin último es alcanzarlas. Está bien ubicado mental y espiritualmente en lo que desea hacer y vive convencido de que su actividad no está centrada en el esfuerzo sino en la contribución, a él, a su familia, a su ciudad y a todos sus pares.

En este modelo de Emprendedor Empresarial, lo único que debería escaparse del concepto es todo aquello que supere así mismo el resultado positivo anterior, enmarcado en un círculo virtuoso positivo.

¿Por qué lo necesitamos todos?
Por que el modelo genera bienestar cuando se cumple en lo general y en ese estado, es masivo y su alcance se torna un statu quo muy interesante. Logrado aquello, será motivo para sentarnos a buscar el siguiente escalón.

Éxitos
Sergio González Marín
Director Overflow
www.overflow.pe

domingo, 4 de enero de 2015

Felices Metas Nuevas

Felices Metas Nuevas
Encuentra el balance entre los éxitos obtenidos y los futuros planes de negocios

















De un minuto para el otro, estamos celebrando, y el año acaba, para tal cual (casi) "borrón y cuenta nueva" aparecer a nuestros ojos una gran lista por llenar de metas y desafíos. Más de uno tiene la costumbre, y lo se por que me lo cuentan mis amigos, de encumbrarse solos ante la fijación de ese listado de nuevas metas. Y por supuesto que no es algo fácil, al principio las ganas de incorporarlo absolutamente todo, te hacen darte cuenta que contra más coloques allí, más preso eres de la ineficacia.

Esa costumbre no es mala. Yo encontré uno de esos papeles que te dan en una famosa pollería de Lima, donde justamente hice lo mismo mientras mi hijo jugueteaba subido y resbalándose por toboganes junto a otros niños, y yo asumía un proceso de separación en ciernes. Bueno la lista reunió 10 items. Me la encontré botando cosas y papeles hace poco. Si les cuento que cumplí 1 sola cosa, y del resto 3 cosas a medias y nada más, entiendo que más de uno se identificará conmigo. Así que dichosos y felices hasta al tuétano deben sentirse quienes lograron acumular la energía suficiente para ir hacia sus metas, tal cual león de la pradera africana tras su presa en movimiento. Resumen: Declarar las metas es algo que finalmente lo concluyes, lograrlas, necesita algo más que eso.

Y creo que luego de la impresión que me causó reflexionar sobre cada uno de esos 9 "porqués" sin resolución, además del "porqué si" de la solitaria meta cumplida, entiendo que el asunto justamente va por allí. Mi conclusión es que la Meta eres tú, no la meta en sí. Y sólo la meta que se inunda en ti, logra alcanzarse. Así que muy probablemente, el camino tenga que ver con pensar primero en lo que realmente podemos y estamos dispuestos a lograr, a querer desear, a querer afirmar en nuestras vidas, antes de cumplir con la lista de metas, como si se tratase de la Carta de Papá Noel que te impusieron alguna vez de niño. Llenar por llenar no va a solucionar nada. 

¿Solucionar? Bueno. Las metas, se entiende, buscan existir en sí. Una vez que las sueltas, entiendo que se convierten en compromisos. ¿Pero a qué nos comprometemos? ¿Qué buscamos solucionar? ¿Realmente lo sabemos? Luego de un examen desprovisto del ego y una sólida autodestrucción con conciencia de perdón incluida ;) llegué a la luz. Buscamos el camino. Queremos disfrutar el éxito de lograr la meta, descartar la nueva posición alcanzada y tener el orgullo a tope para lo que siga. La meta en sí, una vez alcanzada, se muere, se extingue, queda en el vacío del pasado y es útil, únicamente, para agarrar lo que viviste y estar preparado para más. 

A menos que no desees más. Pues podrías desear menos, y eso, aunque conflictivo, tampoco es que esté mal. Pues hay momentos que en realidad necesitamos ir hacia atrás, ya se por necesidades de limpieza, recarga o simplemente para tener un camino más largo por delante, para correr, pero en otra dirección.

Así que si te sientes en medio de un escenario complejo, pseudo perdido o perdida, o en la más perfecta indefinición con ocasión de tus metas de año nuevo lo mejor que puedes hacer es buscar en tu pasado, recoger lo mejor, hacer un alto, encontrar ese sentimiento de felicidad futura que deseas obtener y en la mente, o en un trozo de papel, darle la forma a cada paso de todos tus presentes por recorrer. 

Mi deseo. Que estas reflexiones te puedan dar un bosquejo útil. 
Felices Metas Nuevas!