Pero del mismo modo, como elegimos qué estudiar, dónde trabajar, dónde vivir, hacia dónde desarrollar, el emprendedor elige qué camino recorrer. Esa elección es una expresión de disconformidad con el statu quo. Pero en el Perú, no debería quedarse sólo en ello, por que cada vez que sale algo como una Ley, norma o ayuda de financiamiento, muchos en lugar de sumarse, le ven siempre las 500 fallas. ¿A dónde debemos apuntar? Es clarísimo: hacia la formación del emprendedor como persona, líder y futuro gerente. En eso estamos en pañales.

Los que se quejan de todo aquello que sale como no les gusta, de todas las trabas que existen, de todo lo que el Gobierno deja de hacer o no considera, se detienen y voltean a mirar el hueco en lugar de llenarlo y sobre la marcha avanzar.
No creo que exista un verdadero programa de acción y reacción a favor del emprendimiento, que busque éxito multidimensional, que haya aceptado nacer y desarrollarse fuera, lejos o a espaldas de la práctica y ejecución directa. Nada puede aspirar a lo mejor alrededor de la letra muerta de la ausencia de práctica.
¿Y de qué práctica hablamos? De aquella directamente relacionada con esa capacidad independiente de gestionar, crear y hacer que las cosas sucedan. Nada se materializa a la primera, o de la forma cómo funciona mejor. Pero el proceso de prueba - error es tan importante, que negarse a él es como auto-sabotearse. Y analizar lo que el ecosistema produce, desde la mirada negativa de un checklist (que aún faltaría someter a la opinión de todos) es como pretender saber qué resultado tendrá hoy, el mañana de un niño de 3 años, ó de 2, ó de 1, ó de 6 meses, o de quien nacerá mañana. Como emprendedor vives en la ausencia de certeza y eso es lo que más te cuesta producir, ¿porqué habría de ser útil negar el esfuerzo de todos los brazos que se van sumando?
Ahora que todos somos emprendedores, y estamos de moda, ¿cada ayuda tiene que caernos a pelo? No, Claro que no. El centro de la "gracia" no es la ayuda, tampoco el dinero, mucho menos las ideas, sino nosotros mismos. Y nadie, ni nada, ni algo, logrará más de lo que nosotros podemos hacer por nosotros mismos para emprender, multiplicar y cambiar realmente el mundo en el que vivimos.
El apoyo que necesitamos empieza en nuestra propia actitud, compromiso con los resultados, visión y apoyo mútuo, algo a lo que vengo llamando Integración. Y si necesitamos más, probablemente, sea el Perú, uno de los pocos países, donde hay tantas manos abiertas que uno sabe por dónde ir para sumarse a la búsqueda de manos abiertas dispuestas a ayudar. El pequeño problema es que a veces nuestra genialidad se queja de forma genial.
Para ser emprendedor la Lay Nro 1 del "Coquito Emprendedor" dice: "¡Menos floro, más acción!"
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